Que ninguna niña se quede sin ir al cole por el simple hecho de tener la regla.
La voz que nadie escucha es un proyecto de la Fundación Gabeiras y Teta & Teta que trata de ofrecer una mediación cultural y transformación jurídica centrándose en un colectivo invisible: las reclusas. A través de una serie de programas de mediación cultural desarrollados en prisiones con ellas pretende introducir modificaciones en la política penitenciaria, ofreciendo alternativas culturales a la privación de libertad.
Un experimento piloto de dos años, feminista, seguro y ambicioso. Utópico, quizás. Pero «hemos venido a soñar».