Leer está de moda de una forma más transversal. Hoy la lectura no es (solo) cosa de empollones o de ratones de biblioteca: es un gesto cultural, una vía de escape, una manera de formar comunidad. Y en medio de esa revolución silenciosa, está El Club de los Raros.

Desde el boom de #BookTok hasta el regreso del papel en un mundo hiperconectado, algo está cambiando. Las nuevas generaciones están reclamando la lectura como un espacio propio, alejado del postureo intelectual y más cerca del consuelo, la emoción y la autenticidad. Leer ya no es solo acumular libros, sino abrir conversaciones, descubrirse en personajes y formar parte de algo más grande.

Hablamos de El Club de los Raros, una comunidad que nació con una premisa muy simple: si te sentiste solo alguna vez, aquí no estás solo. Y que ha crecido hasta convertirse en una editorial, un refugio y un altavoz para voces que, puede que, no tengan hueco en las grandes listas de ventas. Además tienen un propósito social, ya que puedes donarles libros para así seguir fomentando el amor hacia la lectura.

¿Qué está pasando con los hábitos de lectura? ¿Qué buscan quienes vuelven (o llegan por primera vez) a los libros físicos? ¿Por qué están triunfando ciertos géneros como la poesía, el realismo íntimo o los libros que hablan de salud mental? Y sobre todo: ¿qué futuro tiene este renacer del papel en un mundo cada vez más digital?

Y hay algo más: leer en voz alta. Un gesto simple que lo cambia todo. Porque cuando alguien te lee —o tú lees para alguien— los libros dejan de ser objetos individuales para convertirse en comunes. En los encuentros del Club de los Raros, este acto íntimo se convierte en algo colectivo: una forma de mirar al otro y de escucharlo.

En el Club de los Raros hay respuestas, pero también muchas preguntas. Y es precisamente ahí donde reside su fuerza: en entender que leer no es desconectarse del mundo, sino conectar con él desde otro lugar.