Famileo, la red familiar adaptada a todas las generaciones.
En lo mejor de la vida, cuando la experiencia te hace más sabio, surge esa necesidad de compartir y transmitir aprendizajes y recuerdos. Adopta Un Abuelo es una plataforma y una app (Android, Apple) de intercambio generacional que conecta jóvenes con ganas de aprender y mayores que buscan cuidados y acompañamiento.
Pepo Jiménez.
Joan Onieva tiene 77 años y es de un pequeño pueblo de Jaén, pero ha vivido toda la vida en Cataluña. Periquito hasta la médula no desaprovecha la oportunidad para romper el hielo y hablar de fútbol con cualquiera que se pare un rato a su vera. “¿Sabe usted que Di Stéfano jugó en el Español?, lo que pasa es que ya vino más viejo que yo… jaja”, nos cuenta entre carcajadas mientras le colocamos el micro para la entrevista.
Joan tiene mil historias dentro y esa mirada cómplice del que tiene infinitas ganas de regalarlas. Ahora vive prácticamente solo en Madrid, después de más de medio siglo trabajando entre telares, máquinas industriales y centenares de viajes como comercial e instalador por España y por Latinoamérica. Un ictus le ha quitado parte de la energía que le llevó por medio mundo, y su voz ahora no parece ir al mismo ritmo que sus pensamientos: “Yo por mi trabajo he conocido a mucha gente, pero ahora mi vida en Madrid es muy limitada”, nos recuerda con nostalgia.
Nadie desaparece hasta que el último de tus recuerdos se extingue de la memoria colectiva
Pero Joan tiene una energía que no se extingue. Esa que busca el contacto social permanentemente, hablar con el primero que se cruce en tu mirada o regalar historias en busca de sonrisas cómplices, como buscando estar en los recuerdos de mucha gente. Porque nadie desaparece hasta que el último de tus recuerdos se extingue de la memoria colectiva, por eso tenemos esas ganas perennes de compartir nuestras vivencias, de ser sociales y regalar sabiduría hasta el último momento.
Joan buscó hace unos meses un lugar tranquilo donde poder ejercer el instinto y lo encontró en una web de moda: “Vi anunciado Adopta Un Abuelo y entonces es cuando conocí a Nacho, que fue el que me adoptó. Así llevamos unos 14 meses charlando (por teléfono). No le conozco, y esa es mi pena. Pero hay que conformarse”, dice un poco triste.
Lo que no sabe Joan es que Nacho, su nieto adoptado, está a menos de 25 metros, esperando y escuchando tras un árbol un momento mágico. Nacho es voluntario en Adopta Un Abuelo, una plataforma de conexión intergeneracional que trabaja por el aprendizaje mutuo y por los cuidados compartidos y que ha recibido más de 20 premios en innovación social de instituciones como Deloitte o el Banco Europeo de Inversiones.
¿Adopta Un Abuelo o apadrina un nieto?
Solo durante el confinamiento, 4.000 voluntarios de toda España han acompañado a más de 2.000 abuelos con más de medio millón de minutos al teléfono a través de la web de Adopta Un Abuelo. El artífice de todo este tinglado es Alberto Cabanes (Ciudad Real, 1988), un emprendedor manchego que ha logrado en siete años que miles de parejas intergeneracionales hagan match con su proyecto para tener una relación de enriquecimiento mutuo.
Y, como no podía ser de otra manera, el primer match fue el suyo. Alberto entabló amistad con Bernardo cuando iba a ver a su abuelo a la residencia. Bernardo, carpintero de 86 años, estaba ya solo, era viudo y no tenía descendencia. “De repente un día, estamos charlando y me confiesa que su mayor deseo es tener un nieto. Y yo le dije: ‘Bernardo, no te preocupes porque yo te adopto como abuelo’».
Hoy hay más de 210.000 Bernardos por todas las residencias de España. El 60% de los mayores que están en las residencias no reciben ninguna visita y es solo una parte, en total, más de dos millones de mayores viven solos en nuestro país. Millones de historias y aprendizajes maravillosos que quedan huérfanos de nietos dispuestos a escuchar: “Nuestra tarea es construir una memoria colectiva, a través de historias y de costumbres. Y creo que es fundamental la transmisión de sabiduría y conocimiento de los más grandes a los más pequeños”, recuerda Alberto.
Antes del virus, este repositorio cultural estaba a pleno rendimiento. Se podían ver a muchos de los abuelos dando talleres de cocina, conferencias o enseñando a tejer en la sede de Adopta Un Abuelo. O a las nuevas parejas recién formadas disfrutando de experiencias ‘foodies’ en restaurantes de moda o compartiendo unas cervezas en el programa ‘Mi abuelo es la caña’. Durante el Covid los cuidados han cambiado de bando, miles de jóvenes han dado apoyo a otros tantos mayores que han tenido que pasar en soledad la pandemia, con resultados muy positivos. Porque según un estudio de Adopta Un Abuelo el nivel emocional de los mayores aumenta un 16% después de entrar a formar parte del programa.
Nieto conoce abuelo.
Nacho, de 25 años, ha venido desde Valladolid solo para conocer a Joan. Acaba de empezar a trabajar y no solo aprende muchísimo de los consejos que le da su nuevo abuelo, sino que se lo pasa bomba con él: “A mí se me hace corto y siento que tengo ganas de llamarle al día siguiente o cuanto antes. Es como cuando hablas con un amigo al que siempre tienes cosas que contar”, recuerda.
A nuestra señal interrumpe la entrevista para abalanzarse sobre Joan y romper más de un año de distancias. El grito de Joan deja por un momento sin palabras a Nacho: “Eres especial, Joan. Para mí formas parte de mi vida. No eres un abuelo adoptado, eres un abuelo, eres un amigo… Me tienes para lo que quieras”.
Y ese ‘lo que quieras’ se convirtió en su primer paseo juntos.