Payasos Sin Fronteras lleva 26 años acompañando y ofreciendo cultura y humor a niños y niñas refugiadas.
Ed Sheeran, Jennifer Lopez o Céline Dion, son todo nombres que encontraron en la música y en el arte una vía de escape para salir de situaciones familiares y económicas difíciles. Hoy hablamos de ello; de cómo el arte es reparador y, en algunos casos, salva vidas. Y para hacerlo tenemos un buen ejemplo de ello: Aaron Lee con su fundación Arte que Alimenta.
Aaron les contó a sus padres que era gay cuando era adolescente. Nada más saberlo, lo llevaron al médico para preguntarle qué podían hacer ante lo que para ellos era un problema. Aaron cuenta que el médico al que le llevaron, les dijo a sus padres que no tenían nada por lo que preocuparse: sacaba buenas notas, era listo y obediente. No había ningún problema con el chico. Pero sus padres no quedaron satisfechos con la respuesta y decidieron llevarse a Aaron a un centro de terapia de conversión para homosexuales en una isla entre Corea y Japón.
Aaron estuvo unos años interno en aquella isla donde consolidó su pasión por la música, en concreto el violín, en parte, como vía de escape. Finalmente, logró salir de aquel lugar, pero las secuelas de lo que vivió le durarían años. Decidió entonces focalizarse más en la música y tras unos prometedores primeros años, en 2010 cumplió uno de los grandes hitos de su carrera: entró a la Orquesta Nacional de España como el profesor más joven de la historia de la institución.
En 2015 fundó Arte que Alimenta, una entidad sin ánimo de lucro que promueve al arte como instrumento en favor del desarrollo. Ayuda a través de varias actividades y con becas comedor a los colectivos más vulnerables y en riesgo de exclusión social.
Algunas de estas iniciativas incluyen un banco de instrumentos donados, para que los jóvenes con los que trabaja Arte que Alimenta puedan acceder a ellos y becas de estudio en las que cubren el 100% de los gastos.
Actualmente, Aaron está retirado de la música como profesional y afirma que: “La música es una parte importante de mí, pero no deja de ser un 2% que da color al resto. Antes pensaba que era lo que daba sentido a mi vida. Es un error”.