Nadie se libra: a medida que envejecemos empeora la calidad de nuestra vista y de nuestra audición, y con ello aumentan las visitas a los expertos. ¿Pero qué pasa cuando no hay ningún servicio así en nuestra zona? Gafasvan responde a esta interrogante acercando los servicios de óptica y audiología a los habitantes de las zonas más aisladas.

La pérdida de la vista y la audición puede afectar la independencia de las personas, a la vez que requiere visitas frecuentes al centro óptico o auditivo para ajustar gafas o audífonos. La startup propone una solución simple, pero eficaz: centros a minutos de distancia en áreas rurales. Los residentes pueden revisar su vista y audición sin depender del transporte, ganando en comodidad y accesibilidad. Además, Gafasvan ofrece un servicio que permite la configuración remota de los audífonos. Esto significa que los usuarios pueden realizar los ajustes necesarios sin necesidad de desplazarse hasta el centro auditivo.

El impacto es doble: social y medioambiental. Gafasvan devuelve la autonomía a las personas, permitiéndoles disfrutar de actividades cotidianas, y además, limita los desplazamientos habituales, fomentando un estilo de vida más sostenible al reducir el transporte y las emisiones. 

Gafasvan, en esencia, es un impulso para la vida rural, llevando la salud visual y auditiva a la puerta de cada hogar.