En el mundo hay 17.000.000 de niños afectados por lesiones medulares o enfermedades neurológicas que nunca han podido andar.
Una terapia de un año para cada niño nos cuesta unos 30.000 €.
Álvaro se puso en pie por primera vez a los 3 años gracias a un robot. Es uno de los niños que participan en los ensayos clínicos del primer exoesqueleto biónico y pediátrico del mundo, diseñado por la ingeniera española Elena García Armada y que busca apoyos y financiación para intentar llegar a los niños y niñas que, como Álvaro, padecen atrofia muscular espinal y otras enfermedades neurodegenerativas.
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"El Atlas es un exoesqueleto de marcha. Un robot que tiene la forma de unos pantalones mecánicos y que recubre las piernas hasta llegar al tronco de una persona, en este caso de un niño, que no puede caminar".
En el mundo hay 17.000.000 de niños afectados por lesiones medulares o enfermedades neurológicas que nunca han podido andar.
Una terapia de un año para cada niño nos cuesta unos 30.000 €.