¿Sabías que los insectos pueden ser una fuente de proteína más sostenible que la carne o la soja? En Insectius, aprovechan insectos como la mosca soldado negra y el gusano de harina para producir proteínas alternativas y fertilizantes más orgánicos. Los principales beneficiados son los sectores de la acuicultura, la alimentación animal (petfood), la porcicultura y la industria agroalimentaria en general, que pueden acceder a fuentes de proteínas más sostenibles.

La cría de estos pequeños insectos requiere menos agua, tierra y energía que las fuentes tradicionales de proteína, por lo que son más sostenibles. De esta forma, Insectius rompe con las reglas del consumo tradicional, con un modelo de negocio que promueve la economía circular.

Además, a través de la implementación de granjas modulares de insectos, esta startup genera empleo en áreas rurales, ofreciendo nuevas oportunidades en zonas afectadas por la despoblación. Raúl Reyes, CEO de Insectius, y todo su equipo trabajan para que este proyecto tenga un doble impacto positivo, medioambiental y social.

La empresa, basada en Sant Andreu de Llavaneres y con foco en toda España, utiliza herramientas tecnológicas avanzadas, como softwares de gestión e inteligencia artificial, para optimizar la producción y garantizar procesos más eficientes y menos contaminantes.

Aunque ya están generando un impacto positivo reduciendo la huella de carbono y ofreciendo alternativas más orgánicas, todavía quieren más. Tienen planes para expandir su red de granjas modulares por el territorio y generar más de 40 nuevos empleos para 2025.

Insectius está transformando la forma en que producimos los alimentos, demostrando que los insectos pueden ser una solución sostenible y eficiente para la alimentación animal, además de abordar los retos ambientales, sociales y económicos del futuro.