Calala promueve los derechos humanos de las mujeres a través de la entrega de recursos financieros, formación y acompañamiento a grupos de mujeres en España y Centroamérica.

Quieren que las mujeres migrantes puedan acceder a la residencia legal, a los servicios públicos, convalidar sus estudios, encontrar trabajos de acuerdo con sus capacidades y experiencia. También que puedan denunciar comportamientos racistas, violencias machistas o explotación laboral sin miedo a ser deportadas.

Su objetivo es que las mujeres tengan una vida libre de violencias, que puedan decidir sobre sus propios cuerpos y sobre su sexualidad, y que tengan la información y la libertad necesarias para elegir su identidad, su orientación sexual y si quieren tener hijos.