
¿Te imaginas una pintura ecológica que hiciese el mismo efecto que las hojas de los árboles de un bosque frondoso?
Cuando Gerard Moliné era pequeño le gustaba plantar flores en el jardín con su abuela. Un día, mintras disfrutaban de su hobbie, se encontró un pájaro muerto y, instintivamente, decidió hacer un agujero, enterrarlo y colocar un par de semillas de flores silvestres encima para que aquel animal tuviera una nueva vida.
Ahora, muchos años después, ha hecho realidad su idea de niño con Urna Bios, una empresa de urnas totalmente biodegradables diseñadas para convertirte a ti (o a tu mascota) en árbol después de la vida.