Una plataforma de investigación sobre el impacto de nuestro consumo.
Auxi Piñero y su pareja, Manuel Guisado, son cofundadores de Vanwoow, una cooperativa de turismo sostenible y responsable que revitaliza los pueblos abandonados y/o en vías de desaparición mediante el turismo de caravanas y el intercambio cultural.
Natalia Quiroga.
Durante muchos años, en Villores, un pueblecito de Castellón, era habitual ver en la puerta de cualquier casa a las mujeres cosiendo alpargatas de esparto o cáñamo, una tradición que lleva anclada en la zona desde finales del siglo XIX. Hoy, sin embargo, Ana y María, madre e hija, son las últimas alpargateras de Villores. “Las dos saben que este oficio terminará cuando la más joven de ellas cuelgue definitivamente las agujas”, explica Auxi Piñero, cofundadora de Vanwoow, una plataforma social y colaborativa de turismo responsable y sostenible que dinamiza municipios contra la despoblación.
La despoblación se nombra muy a menudo ahora, pero su realidad se ha ido fraguando muy poco a poco desde hace décadas. Hoy ya es una emergencia. “Te das cuenta de que la despoblación es un problema real cuando ves que en nuestro país existen 8.131 municipios de los cuales más del 50% se encuentran en riesgo de desaparecer”, añade Auxi. Con cada pueblo que desaparece, va deshaciéndose el mapa de las tradiciones y saberes populares que nos definen y que son parte de nuestra esencia. Si no hacemos algo, real, para tratar de mantener su valor y transmitir su conocimiento, puede que la única opción que nos quede sea la de la copia falseada de nosotros mismos: una alpargata sin alma.
6 de cada 10 municipios rurales están en riesgo de desaparecer.
Para Auxi y Manuel esta realidad se hizo presente desde su furgoneta camper. Viajando a través de carreteras secundarias llegaban a pueblos increíbles en los que no había nadie más que su cada vez más escasa población local. Esa sensación inicial de exclusividad, de llegar a un lugar inhóspito y casi inhabitado, se fue transformando en la conciencia de un problema: 6 de cada 10 municipios rurales en España están en riesgo de desaparecer, según el Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (CERAI).
Para Auxi, se produjo entonces una conexión de ideas: si estos micropueblos se están perdiendo, mientras que el turismo caravaning sigue creciendo más de un 30% cada año, ¿por qué no unir de una forma alternativa y más sostenible dos realidades que pueden ayudarse mutuamente?
En 2019, y gracias al impulso de una campaña de crowdfunding, emprendieron un viaje de seis meses por micropueblos de toda España para crear alianzas y sinergias con ayuntamientos, productores, artesanos y población local para conectarlos después con viajeros de furgoneta o caravana buscando experiencias reales —las alpargatas con alma— y espacios adecuados para pernoctar con sus vehículos, tan escasos por el territorio español.
Para unir ambas realidades, crearon una plataforma web que hoy ya cuenta con más de 200 municipios adheridos y más de 300 rural host, población local que comparte experiencias locales. El proyecto colaborativo ha recibido numerosos premios y reconocimientos y cuenta con la colaboración de medio centenar de viajeros voluntarios, que comparten conocimiento, experiencias y aportan mejoras a la plataforma.
La idea es simple y útil para todas las partes: tú viajas en furgo o caravana, quieres conocer un pueblo que no conocías y en el que poder pernoctar en condiciones y sin el peligro de infringir la normativa municipal; además, te gustaría llevarte una experiencia auténtica que te conecte con el lugar, con su tradición y su identidad. Al otro lado, una vecina o vecino de ese pueblo siente que tiene algo que compartir, un producto o una forma de hacer las cosas, pero le cuesta encontrar personas que visiten su pueblo. Lo que Vanwoow consigue es el encuentro entre estas dos realidades. “Para nosotros, la solución no es llevar turistas a los pueblos, sino llevar personas”, explica Manuel. Siempre desde una perspectiva de sostenibilidad: “Para nosotros la sostenibilidad empieza con la capacidad de carga de los municipios; no podemos pretender que un pueblo de 50 habitantes prepare un área de autocaravanas para 100 visitantes”.
Vanwoow, en cierto modo, propone una vuelta a la esencia del viaje, que no depende tanto de la distancia recorrida sino del cambio que supone en uno mismo la experiencia. Cada vez que nos encontramos con algo que no conocíamos, hay un cambio dentro de nosotros mismos: eso es el viaje. “Algo que nos suele pasar bastante es que conseguimos traer experiencias muy cercanas a personas que viven en un pueblo. Nos pasó, por ejemplo, en Fulleda, un pueblo de Lérida. Una parejita que viajaba mucho con su furgo vino a una cata de vino en una bodega que estaba a 20 kilómetros de donde vivían y no sabían ni que existía. Fliparon. Nos miraban como diciendo: ¡Nos habéis descubierto el pueblo de al lado!”, comparte Manuel.
Fomentar la comunidad para recuperar comunidades.
En busca de un mismo concepto de libertad, la forma de viajar que aporta la furgoneta o la autocaravana ha creado una suerte de comunidad viajera que encuentra en Internet una forma de concertarse. En los últimos años han surgido multitud de foros o grupos en redes sociales en los que las y los viajeros comparten información útil y consejos sobre las mejores escapadas. Con Vanwoow, han querido dar un paso más.
“Descubrimos también que gran parte del colectivo de autocaravanistas de España necesitaba un proyecto social en el que colaborar, porque hasta ahora no había nada específico con lo que ellos casaran. Y nos dimos cuenta de que era perfecto. No había alternativas para este colectivo que tanto había crecido, no había actividades positivas que ofrecerles a ellos y a sus familias”, añade Manuel.