¿Te imaginas una pintura ecológica que hiciese el mismo efecto que las hojas de los árboles de un bosque frondoso?
Ay, la emergencia climática. Según el informe ‘El Futuro es Clima’ 2022, el 84% de los jóvenes está preocupado por el calentamiento global. ¿Es posible lidiar con la ecoansiedad o solo se aprende a vivir con ella? María Vela ha encontrado su propia receta. ¡Dentro Ecoherencia!
María Vela empezó a sufrir ansiedad a los 14 años, cuando un profesor de física explicó en clase los efectos negativos de los parques eólicos: aquellos grandes molinos eran capaces de producir energía limpia a partir del movimiento de las aspas contra el viento, pero al mismo tiempo podía afectar a los ecosistemas para instalarlos. Desde aquel día, el compromiso de María Vela con el medio ambiente no ha parado de crecer. Para ella, lo más importante en un momento de crisis climática es que los ciudadanos sepan distinguir aquellas opciones realmente sostenibles o positivas para el planeta del “marketing verde”, pues únicamente a través de acciones realmente útiles podemos sentirnos más tranquilos con nuestra existencia. Esta es la clave de su proyecto Ecoherencia.
Estamos en un momento de explosión de la conciencia ecológica. Esto significa que instituciones, empresas y todo tipo de organizaciones están interesadas en reducir sus residuos o contaminar menos. Aquí reside la necesidad de conectar aquellas empresas, entidades y colectivos que están llevando a cabo acciones decididas y relevantes, por pequeñas que sean. Ecoherencia se ocupa de esta tarea, creando conexiones de ámbito local mediante la restauración de ecosistemas, innovación social y creación de sinergias entre propósitos y personas.
Graduada en Ciencias Ambientales, la crisis económica y la precariedad del sector llevó a María Vela a replantearse su futuro. Terminó cursando un máster y así fue como junto a diversos compañeros fundó la cooperativa que hoy le ocupa. Actualmente, Ecoherencia, que nació en Málaga y tiene presencia en Cádiz y Madrid, pone el foco en la reducción de la huella ecológica diaria de las empresas. Es la única plataforma que facilita y conecta a personas, empresas e instituciones para que la ciudadanía pueda tener un valor activo contra el cambio climático a nivel local. Además, Ecoherencia realiza investigaciones ciudadanas en torno a la sostenibilidad con el objetivo de generar aprendizajes de consulta abierta. “Es mucho mejor mil personas imperfectas que puedan cambiar el mundo para bien que tres personas perfectas”.
Algunos de los proyectos más recientes de Ecoherencia son las sinergias agroecológicas en la provincia de Málaga (en este mapa es posible ver la enorme red que han conseguido dinamizar), la restauración de ecosistemas y la conservación de la biodiversidad, y talleres de educación y sensibilización medioambiental. Una de sus iniciativas recientes más innovadoras es el fomento de la ingesta y plantación de plantas multifuncionales en cultivos y a nivel particular: se trata de plantas beneficiosas para el biosistema porque consumen menos agua y sustrato y, además, son comestibles. Las plantas multifuncionales son un ejemplo de la esencia de Ecoherencia: a menudo, las opciones más inteligentes para cooperar con la naturaleza son sencillas y están a nuestro alcance, sólo es cuestión de encontrar redes que compartan ese conocimiento. De ese modo nos sentiremos menos paralizados ante la crisis climática y podremos extender cambios de hábitos e innovaciones esenciales para la vida en el planeta.