En la Fundación Pequeño Deseo mejoran el estado anímico de niños y niñas con enfermedades graves a través del cumplimiento de su mayor deseo. Lo hacen porque está demostrado científicamente que el cumplimiento de un deseo genera muchas emociones positivas y, a su vez, tiene un gran efecto en el bienestar de los niños y en la manera de afrontar la enfermedad, y el tratamiento.

Con el foco puesto en la infancia, trabajan para generar impacto en el bienestar de los niños enfermos y aumentar su capacidad de lucha, superación y fuerza. Todo de la mano de la ilusión.