¿Se te viene a la cabeza algún proyecto que junte tradición, amor por la identidad de un lugar y que por el camino se proponga salvar una especie en peligro de extinción? Pues así es Mutur Beltz.

La realidad es que la falta de valorización de la lana vasca carranzana ha sido un obstáculo para la sostenibilidad de la actividad lanera en el Valle de Carranza. Los pastores locales enfrentan desafíos como la falta de conocimientos especializados en el tratamiento y selección de vellones, así como la ausencia de innovación y nuevas tecnologías en su procesamiento. Esto se suma a la delicada situación que vive su oveja, que tiene la peculiar característica de tener la cara negra, y que está en peligro de extinción.

Mutur Beltz emerge como una respuesta integral para revitalizar la producción de lana en el Valle de Carranza. Un proyecto 360º, con un compromiso vital para preservar la oveja Carranza, una especie en peligro de extinción, revivir el ancestral oficio de la pastoría y visualizar la belleza de este mundo a través del arte. Situado en el Valle de Carranza en Bizkaia, este proyecto aborda la pérdida de saberes tradicionales a través de la agroecología, la práctica artística y el diseño.

La solución de Mutur Beltz radica en la aplicación de tecnologías avanzadas y la capacitación técnica de los productores locales. Busca transformar la lana local en productos de alta calidad, incluso en arte, fomentando así su uso en la industria textil y de moda, y promoviendo una economía circular. Además, el proyecto involucra la formación de trabajadores locales para la operación de la planta de tratamiento y la producción de textiles de calidad. Con estas acciones ponen el foco en reivindicar lo suyo y estar orgullosos de los orígenes e identidad propios.

El impacto positivo de Mutur Beltz es innegable. Con su sólida base técnica, ha logrado desarrollar un proceso de hilado y creación de tejidos 100% lana vasca, convirtiéndose en un proyecto pionero y con mucho potencial. Este proyecto no solo rescata una tradición, sino que también impulsa una nueva era para la lana vasca, creando oportunidades y preservando el patrimonio rural. Y es justo esto lo que les hace ser un proyecto tan único.